El triunfo de Atlético Rafaela sobre Ferro hizo mella en lo sicológico del elenco local, que se vio obligado a desnivelar el marcador para seguir de cerca a la “Crema”: “Es posible que haya jugado un poco en contra, pero es el problema de jugar en horarios diferentes. Hoy sabíamos que Rafaela había ganado y eso genera un poco de bronca, pero a veces se puede dar al revés y posibilita un envión anímico”, señaló el “Cabezón”.
Y el “tallarín” hizo su negocio, armó una telaraña defensiva y esperó que Unión caiga en ella para luego intentar algún tibio contraataque de la mano de Diego Garay, el único jugador desequilibrante (hasta que se fundió) de la visita: “Creo que Talleres hizo méritos. Encontró un equipo livianito que atacó por los costados, y lo hizo bien. Además, es el plantel más costoso de la categoría, con muy buenos jugadores, vienen de una racha adversa pero ahora están haciendo pesar la calidad del plantel, en este momento están peleando por no descender pero es un buen equipo”, justificó Trullet.
Pero la realidad unionista dista mucho de la del elenco cordobés. Porque el objetivo pregonado desde el principio por Carlos Trullet se cumplió a tres fechas de la culminación del Clausura, entonces ahora se apunta a otro superior: “Quería ganar el partido, por eso no me voy para nada conforme, pero como nos fuimos poniendo objetivos cortos, inmediatos, por ejemplo alcanzar los 28 puntos, y ya lo logramos, ahora nos quedan tres partidos para superar ese puntaje, pero, a la vez, tenemos la ilusión de sumar para poder clasificar al reducido”, reflexionó el técnico.
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